martes, 24 de noviembre de 2015

Primeros auxilios: Maniobra Heimlich para perros y gatos




Nuestro perro no está libre de sufrir un accidente en cualquier momento, tal y como ocurre con las personas, pero en nuestra mano está estar lo más preparados posible para ayudarlo. Lo más importante en caso de accidente es siempre llevarlo al veterinario lo más rápido posible, pero no está de más que nosotros conozcamos algunas técnicas de primeros auxilios para evaluar la gravedad de la situación y poder actuar en consecuencia ante determinadas situaciones.

Hoy vamos a tratar la Maniobra de Heimlich, una técnica que se aplica para evitar el atragantamiento. La técnica de la que vamos a hablar hoy sirve tanto para perros como para gatos.


Si nuestro perro se ha tragado algo que está obstruyendo sus vías respiratorias, lo primero es hacer una búsqueda dentro de su boca con nuestros dedos. Si no encontramos nada, y el perro está tosiendo lo dejaremos toser todo el tiempo que necesite, ya que es la forma más natural y efectiva de expulsar cuerpos extraños de las vías respiratorias. Es importante intentar no agobiar ni alterar al perro. 

Si el perro deja de toser y tenemos la seguridad de que tiene algo obstruyendo sus vías respiratorias,  entonces tendremos que aplicar la Maniobra de Heimlich, que consiste en hacer saltar el objeto motivo de obstrucción hacia el exterior a través de la boca. Antes de utilizar esta maniobra, sin embargo, podemos utilizar un par de técnicas menos agresivas para el perro.

Primero, hay que usar la fuerza de la gravedad en nuestro favor. Con un perro pequeño, es fácil cogerlo de las caderas y ponerlo boca-abajo. Con un par de ligeras sacudidas el objeto saldrá. Con un perro grande, no podremos sostenerlo en el aire debido a su peso y su tamaño y, además, podemos hacerle daño. Para usar esta misma técnica, cogeremos al perro de las patas traseras mienrtas mantiene las patas delanteras apoyadas en el suelo, como si fuese una carretilla y sacudir.

Si no da resultado, podemos dar 5 palmadas interescapulares (entre los dos hombros) a nuestro perro. Estas palmadas deben ser golpes secos con la parte baja de la palma de la mano.

Aun así, si el atragantamiento persiste, realizaremos la Maniobra de Heimlich como lo hacemos con las personas: pegaremos nuestro pecho a su espalda lo más que podamos e incluso mantendremos al perro de pie pegado a nosotros. Rodearemos su pecho con nuestros brazos y buscaremos la parte baja y central de sus costillas, en lo que también llamaríamos la boca del estómago. Pondremos un punto sobre sus costillas si el perro es grande o 3 ó 4 dedos si es perro es pequeño. Con la otra mano, haremos presiones sobre nuestro puño o dedos. Las presiones deben ser firmes y fuertes, pero al mismo tiempo debemos tener cuidado de no romper ninguna costilla a nuestro perro. Tras un par de presiones, vuelve a buscar en su boca por si el objeto ha salido. Intentaremos cogerlo si tenemos acceso. Si no, continúa con dos o tres presiones más y vuelve a revisar su boca. Una vez el objeto haya salido, comprueba que tu perro respira con normalidad. Si no es así, aplica un par de insuflaciones con mucho cuidado ya que tu perro podría morderte. Es un acto reflejo de defensa tras volver a la normalidad. 


Es una técnica que puede resultar muy útil para un momento de apuro, y no dudaremos en compartir con vosotros otras técnicas de primeros auxilios que puedan resultar de interés para nuestras mascotas.

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