martes, 15 de diciembre de 2015

Abre el primer hospital en España para tratar el cáncer en las mascotas





El cáncer es la causa directa de más de la mitad de los fallecimientos de los perros de más de diez años en España. Esta enfermedad conlleva pérdida de calidad de vida y un alto índice de mortalidad asociados a ella y hace que muchos propietarios vean acortado el tiempo que comparten junto a sus amigos peludos.

La medicina veterinaria actual ya cuenta con diferentes tratamientos contra el cáncer y además, está obteniendo resultados notables que permiten alargar el tiempo y la calidad de vida de los perros y los gatos que sufren cáncer.


Ahora también podemos decir que España ya cuenta con el primer hospital veterinario especializado en el tratamiento oncológico de los animales. La clínica, Aúna Especialidades Veterinarias, ha abierto sus puertas en Paterna, Valencia y se trata de un centro privado especializado en el tratamiento integral del cáncer en mascotas. Cuenta con especialistas diplomados en oncología médica y oncología quirúrgica y se presenta como un centro de referencia a nivel nacional e internacional en el tratamiento exclusivo de casos complejos y urgencias por especialidades veterinarias.


Este hospital ofrece una atención multidisciplinaria, para lo que cuenta con cinco especialistas con Diplomaturas americanas y europeas (el mayor grado de especialización reconocido internacionalmente). Además cuenta con expertos formados y con experiencia en los mejores hospitales privados y universidades del mundo para liderar sus equipos. Nos ofrecen una amplia variedad de disciplinas medicinales, como son la oncología, neurología, radiología, cardiología, traumatología, ortopedia, cirugía de tejidos blandos (incluyendo cirugía de mínima invasión), cuidados intensivos, diagnóstico por imagen, dermatología, fisioterapia o rehabilitación. Todo ello orientado para brindar una atención especializada y de primer nivel a nuestras mascotas.

El Hospital Aúna funciona exclusivamente como centro de casos referidos por otros centros veterinarios. Se convierte de esta forma e un valor añadido para el colectivo veterinario, ejerciendo como una extensión del mismo y aportando un plus a profesionales médicos al facilitarles la posibilidad de ofrecerles a sus pacientes una atención de máxima calidad estructurada en especialidades médicas.



viernes, 4 de diciembre de 2015

El labrador




Historia

Perro de aguas de San Juan (St. John's dog)
Los antepasados del labrador actual podemos encontrarlos en la isla de Terranova y Labrador, en Canadá. El labrador desciende del perro de aguas de San Juan, una raza que criaron los primeros colonoes en dicha isla en el siglo XVI, mezclando antiguos perros de trabajo irlandeses, ingleses y portugueses. El número de ejemplares de perros de San Juan fue descenciendo a finales del siglo XIX para desaparecer finalmente en la década de 1980, cuando se extinguió esta raza.

Hubo dos líneas de perros de San Juan, de la más pequeña, de complexión más liviana, más activo y de pelaje corto y suave, surgió el Labrador Retriever actual. Los pescadores locales originalmente adiestraron al perro para que saltara al agua cuando los barcos se acercaban al puerto, recogieran con la boca los cabos de la redes y remolcasen la red con la pesca del día hasta tierra.

Carácter y comportamiento

El Labrador suele tener una naturaleza sociable, gentil y suelen ser perros manejables. Además, suelen ser unos perros equilibrados, lo que los convierte en excelentes compañeros para una familia, ya que se adaptan bien a convivir con niños y con otros animales.


Debido a sus actitudes como perro colaborador y de trabajo, los labradores se entrenan como perros de ayuda. Sin embargo, no es adecuado como perro guardián, porque por lo general, aunque ladre para dar el aviso, no actuará con violencia, porque tiende a ser un perro amigable con la gente, sobre todo si recibe una correcta socialización.

El labrador es un perro que se aburre muy fácilmente si no es estimulado apropiadamente con  ejercicio, socialización y adiestramiento. Tienen una naturaleza bulliciosa que, unida a su falta de miedo, puede hacer que se vuelva ingobernable si no se ejercita. La falta de entrenamiento puede convertir un labrador en un tornado de destrucción, o intentará escaparse para aliviar su aburrimiento, frustración y exceso de energía.

Los labradores maduran en torno a los tres año de edad. Son perros que tienen un apetito voraz y por esta razón es importante que el propietario controle cuidadosamente la ingesta de alimento de su perro, para evitar el sobrepeso y los problemas de salud asociados con él.

Son perros muy inteligentes (catalogados en el puesto 7 de 131 razas analizadas en la clasificación Stanley Coren acerca de la inteligencia de los perros), por lo que una divertida forma de estimularles y de interactuar con ellos puede ser el trabajo con ejercicios de obediencia.

En la actualidad, el labrador es una de la razas más populares y que se emplea en labores muy variadas, dada su especial capacidad de trabajo. Se emplea como perro de ayuda pero también destaca por su sentido del olfato, que le permite rastrear casi cualquier olor y seguir la pista hasta su origen, por lo que la policía lo utiliza como perro de detección de droga y explosivos.

Tamaño y salud

El tamaño del labrador para los machos está en torno a los 56-57 cm y para las hembras, entre los 54-56 cm de altura. En cuanto al peso, el peso de un labrador adulto debe oscilar entre los 27 y los 36,5 kilogramos para los machos y entre 25 y 31,5 kilogramos para las hembras.

Es imporante cuidar el tema del peso, puesto que el labrador fácilmente puede sufrir sobrepeso debido a que son perros con mucho apetito. El exceso de peso es un factor de riesgo para el desarrollo de otro de los problemas más frecuentes en los labradores: la displasia de cadera; así como en otros problemas en las articulaciones y la artritis. Incluso puede ocasionar diabetes.

Los labradores son propensos a sufrir displasia de cadera y displasia de codo por ser perros de esqueleto grande. Son problemas hereditarios y se recomiendan reviosiones antes de la cría. A menudo se recomiendan suplementos para las articulaciones. También tienen riesgo de padecer problemas de rodilla: la luxación de rótula es bastante común.

Cuidados básicos

El manto del labrador es corto, denso y carente de ondulaciones. Es duro al tacto y posee una capa de subpelo muy resistente a las inclemencias del tiempo. Los colores del manto pueden ser negro, rubio o color hígado o chocolate. Algunos labradores tienen una mancha blanca en el pecho.


Es una raza fácil de cuidar, que además suele disfrutar del agua, por lo que le encantan los baños. No obstante, se recomienda el cepillado regular para el mantenimiento del pelaje en óptimo estado. La herramienta que mejor nos va a ayudar al cepillado es una manopla de goma, junto con un cepillo de cerdas.

 Es importante revisarles los oídos una vez por semana en busca de posibles irritaciones. En caso de que esté sucio, existen productos en el mercado específicos para la limpieza de oídos.


Trabajo en peluquería

 El labrador es una raza que no requiere de cortes de pelo, pero tiene un pelaje muy agradecido en las sesiones de peluquería. Lo más conveniente es emplear un champú para perros de ingredientes naturales para mantener el brillo y la textura del pelaje.


En peluquería, al labrador se le aplica un cepillado a conciencia para ayudarle con la muda, se le cortan las uñas (en caso de que lo necesite), se le limpian los oídos y, también en caso de que sea necesario, se procederá al vaciado de glándulas anales.

El labrador en Perrukeria Buenavista

A continuación os dejamos unas fotografías de los labradores que nos han visitado en Perrukeria Buenavista. Podéis encontrar muchas más en nuestra página de Facebook.







martes, 24 de noviembre de 2015

Primeros auxilios: Maniobra Heimlich para perros y gatos




Nuestro perro no está libre de sufrir un accidente en cualquier momento, tal y como ocurre con las personas, pero en nuestra mano está estar lo más preparados posible para ayudarlo. Lo más importante en caso de accidente es siempre llevarlo al veterinario lo más rápido posible, pero no está de más que nosotros conozcamos algunas técnicas de primeros auxilios para evaluar la gravedad de la situación y poder actuar en consecuencia ante determinadas situaciones.

Hoy vamos a tratar la Maniobra de Heimlich, una técnica que se aplica para evitar el atragantamiento. La técnica de la que vamos a hablar hoy sirve tanto para perros como para gatos.


Si nuestro perro se ha tragado algo que está obstruyendo sus vías respiratorias, lo primero es hacer una búsqueda dentro de su boca con nuestros dedos. Si no encontramos nada, y el perro está tosiendo lo dejaremos toser todo el tiempo que necesite, ya que es la forma más natural y efectiva de expulsar cuerpos extraños de las vías respiratorias. Es importante intentar no agobiar ni alterar al perro. 

Si el perro deja de toser y tenemos la seguridad de que tiene algo obstruyendo sus vías respiratorias,  entonces tendremos que aplicar la Maniobra de Heimlich, que consiste en hacer saltar el objeto motivo de obstrucción hacia el exterior a través de la boca. Antes de utilizar esta maniobra, sin embargo, podemos utilizar un par de técnicas menos agresivas para el perro.

Primero, hay que usar la fuerza de la gravedad en nuestro favor. Con un perro pequeño, es fácil cogerlo de las caderas y ponerlo boca-abajo. Con un par de ligeras sacudidas el objeto saldrá. Con un perro grande, no podremos sostenerlo en el aire debido a su peso y su tamaño y, además, podemos hacerle daño. Para usar esta misma técnica, cogeremos al perro de las patas traseras mienrtas mantiene las patas delanteras apoyadas en el suelo, como si fuese una carretilla y sacudir.

Si no da resultado, podemos dar 5 palmadas interescapulares (entre los dos hombros) a nuestro perro. Estas palmadas deben ser golpes secos con la parte baja de la palma de la mano.

Aun así, si el atragantamiento persiste, realizaremos la Maniobra de Heimlich como lo hacemos con las personas: pegaremos nuestro pecho a su espalda lo más que podamos e incluso mantendremos al perro de pie pegado a nosotros. Rodearemos su pecho con nuestros brazos y buscaremos la parte baja y central de sus costillas, en lo que también llamaríamos la boca del estómago. Pondremos un punto sobre sus costillas si el perro es grande o 3 ó 4 dedos si es perro es pequeño. Con la otra mano, haremos presiones sobre nuestro puño o dedos. Las presiones deben ser firmes y fuertes, pero al mismo tiempo debemos tener cuidado de no romper ninguna costilla a nuestro perro. Tras un par de presiones, vuelve a buscar en su boca por si el objeto ha salido. Intentaremos cogerlo si tenemos acceso. Si no, continúa con dos o tres presiones más y vuelve a revisar su boca. Una vez el objeto haya salido, comprueba que tu perro respira con normalidad. Si no es así, aplica un par de insuflaciones con mucho cuidado ya que tu perro podría morderte. Es un acto reflejo de defensa tras volver a la normalidad. 


Es una técnica que puede resultar muy útil para un momento de apuro, y no dudaremos en compartir con vosotros otras técnicas de primeros auxilios que puedan resultar de interés para nuestras mascotas.

martes, 17 de noviembre de 2015

El bichón maltés


Historia


El bichón maltés es una raza de gran antigüedad y siempre ha sido muy admirada por la realeza y la aristocracia. Pero su origen no es del todo claro, ya que se barajan dos posibilidades: por un lado, se dice que el bichón maltés proviene de la isla de Malta (perteneciente a un archipiélago del Mediterráneo); por otro lado, la segunda posibilidad sitúa su origen en la ciudad de Melita, en Sicilia. 



En cualquier caso, en la actualidad se señala un origen mediterráneo y procedencia portuaria, ya que la denominación "maltés" proviene del vocablo judío "malat" que significa "puerto". Esta raza cumplía una gran función como un hábil cazador de ratas y ratones, por lo que era fácil verlos en las bodegas de los barcos y en las tiendas portuarias desempeñando su rol de perros rateros.


Carácter y comportamiento

El bichón maltés es un perro de compañía, fácil de educar y de socializar adecuadamente. Suelen ser perros vivaces, inteligentes, cariñosos y amigables, con la apariencia externa de un eterno cachorro.

En cambio, en casa suelen ser perros con tendencia a ser protectores, lo que les lleva a dar la alarma en forma de ladridos. Suelen ser perros excitables y ladradores, que reaccionan de forma brusca y marcada ante los estímulos cotidianos, como pueden ser el timbre de la puerta o el sonido del teléfono.


No son perros que tengan tendencia a ser agresivos, siempre que reciban la educación adecuada, aunque tampoco tienen mucha paciencia. Es un perro poco destructivo que no precisa de hacer mucho ejercicio, pero sí son animales muy sociables, que necesitan tener contacto frecuente con otros perros para una adecuada socialización, que evitará que sean nerviosos o inquietos e, incluso, que muestren miedo ante otros perros.

En general, el bichón maltés es un perro muy observador y muy cariñoso.


Tamaño y salud


El bichón maltés suele pesar entre 3 y 4 kilos. Tiene un cuerpo compacto y la altura para un macho oscila entre los 21 y los 25 cm. Para la hembra, entre los 20 y los 23 cm.


En cuanto a su salud, suelen ser perros robustos y sanos, pero hay que vigilar que no tengan sobrepeso, ya que puede producirles problemas con las rodillas, como una luxación de rótula, un problema muy común en razas pequeñas.


Debido al tipo de pelo del bichón maltés, puede sufrir irritación en los ojos, que conduce a un aumento de secreción del líquido lagrimal. Por este motivo, muchos ejemplares de bichón maltés presentan un color rojizo del pelaje alrededor del área del ojo.

Cuidados básicos


El pelo del bichón maltés es lago y sedoso, de color blanco puro o marfil. En algunas ocasiones, presenta algunas manchas menores y ligeras de color amarillo o castaño muy claro. Es un pelaje muy fino, suave y sedoso, que tiene tendencia a anudarse. No tiene subpelo ni manto interno.


El pelo del bichón maltés debe presentarse liso, nunca rizado. Si encontramos rizos es signo de que hay enredos o de que el pelo no está todo lo hidratado que debiera estarlo. 

Esta raza presenta de una atención y unos cuidados constantes para mantener en perfecto orden su largo y sedoso manto. Es imporante cepillarlos a diario para evitar que el pelo se enmarañe formando nudos. Hay ocasiones en las que estos perros llegan tan anudados a la peluquería debido a que sus dueños los han bañado y dejado secar sin cepillarlos ni pasarles el peine por los nudos, que la única solución posible es el rasurado integral.

Hay que bañar al perro cada tres semanas usando un champú hidratante. Para cepillarlo, hay que usar un peine de púas metálicas y una carda. Con esta última evitaremos acercarnos a la piel del perro para no hacerle daño.


Cortes de peluquería


El bichón maltés suele llevar el pelo largo (hasta arrastrar por el suelo), dividido en dos a lo largo del lomo desde la cabeza a la cola. En cuanto al pelo de la cabeza, se le suele recoger en una o dos coletas.



También está la opción de hacer este mismo corte pero rebajar el pelo a mitad del cuerpo para que no arrastre por el suelo. Y si no nos gustan las coletas, podemos dejarle flequillo.


Si quieres cortarle más el pelo al bichón maltés, hay que tener en cuenta que tienen una piel delicada y su pelo les protege, por lo que siempre hay que dejarles una largura que evite que se les vea el rosado de la piel.



El corte más habitual en peluquería comercial para el bichón maltés es el corte cachorro: cuerpo redondito y cabecita despejada, también cortita, con flequillo o coleta (a gusto de cada uno). La longitud del corte suele variar en función del gusto, siempre respetando lo que comentábamos anteriormente de que no debe verse el rosado de la piel. Lo más recomendable es dejar unos dos centímetros y medio de pelaje.

Bichón maltés en Perrukería Buenavista

Os dejamos una selección de fotos de los bichones malteses que han pasado por Perrukeria Buenavista y de cómo han quedado.




viernes, 13 de noviembre de 2015

Ansiedad por separación


La ansiedad por separación es un problema importante que, según los últimos estudios, afecta al 15% de la población canina. La ansiedad por separación ocurre cuando un perro siente una angustia desmedida e irracional a ser separado de su dueño. Los destrozos, llantos, ladridos o micciones solo son la manera que tiene el perro de exteriorizar esa angustia e intentar aliviarla.




Hay que comprender que el perro no tiene miedo de quedarse solo, lo que le vuelve loco es el estar separado de su dueño. Los síntomas pueden aparecer cuando el perro se queda solo, cuando se marcha una persona (aunque haya más gente en la casa, el perro está muy apegado a la persona que se ha ido) o cuando está separado físicamente de los dueños (por ejemplo, cuando se le encierra en una habitación). Es normal que un perro sienta apego hacia su dueño, el problema radica cuando ese apego se vuelve excesivo.

Los síntomas que presenta un perro con ansiedad por separación cuando se queda solo en casa incluyen:
  • Conductas destructivas, arañazos en puertas y paredes, destrozos en la casa.
  • Vocalizaciones excesivas. Ladridos y lloros continuos.
  • Defecaciones y micciones inadecuadas. Con menor frecuencia, algunos perros presentan vómitos, diarreas e incluso, anorexia.
  • Además, antes de que el dueño se marche, el perro está ansioso, le sigue por la casa, se queda expectante en un rincón, o muestra posturales corporales deprimidas.
  • Cuando el propietario llega a casa, el perro se muestra extremamente excitable y tarda mucho en calmarse. Se pega al dueño y le sigue por toda la casa intentando atraer su atención.

Estas reacciones pueden presentarse juntas o por separado, pero afectan al bienestar del perro, ya que le producen un elevado estrés.

También hay que saber diferenciar al perro que tiene un trastorno de ansiedad del que es juguetonamente destructivo al quedarse solo, porque sea joven, por ejemplo; y de aquel que manifiesta respuestas de temor a estímulos externos que suceden cuando el propietario se ha ido. Por eso es importante consultar siempre tu caso con un educador canino.
Algunos de los factores que pueden generar la ansiedad por separación son los siguientes
  • Cambios significativos en los hábitos diarios.
  • Perros que pasan largos periodos en residencias.
  • Cambios súbitos de pasar mucho tiempo con el dueño a pasar poco.
  • Traslados a un nuevo hogar.
  • Cualquier evento traumático que el perro haya sufrido mientras estaba solo.
  • Ausencia larga o permanente de un miembro de la familia.
  • Aislamiento social en los cuatro primeros meses de vida.

Para evitar el problema, tenemos que conseguir que el perro no esté excesivamente apegado a sus dueños y también acostumbrarle a quedarse solo. Lo mejor es ir haciendo salidas graduales, ya que todos los perros deben acostumbrarse paulatinamente a pasar tiempo solos. Hay que empezar poco a poco y luego aumentar el tiempo de ausencia para no causar un trauma en el animal. De esta manera, entenderá que no pasa nada por quedarse solo, porque aunque el dueño se va, siempre vuelve.

¿Qué hacer ante un caso de ansiedad por separación?
Lo más recomendable es contar con la ayuda de un educador canino para que guíe al propietario del perro en la modificación de conducta, pero aquí dejamos unas pautas básicas:
  • Aumentar el juego y la actividad física del perro. Si el animal está cansado cuando el dueño está ausente, tendrá menos energías y tenderá a buscar su propio descanso.
  • Entretener al perro durante la ausencia del dueño. Por ejemplo, dándole comida en juguetes masticables tipo Kong, o procurándole otros juguetes interesantes. Se recomienda variar los juguetes disponibles para que no pierdan su interés.
  • Evitar los cambios ambientales justo antes de la partida: hay cosas que forman parte de nuestra rutina y que hacemos sin ni siguiera darnos cuenta justo antes de irnos de casa: bajar persianas, apagar luces, coger la llaves... Estos actos ya están anunciando al perro que nos vamos y que se queda solo, disparando su ansiedad. La expectación de nuestra salida hace que nuestra partida sea todavía más traumática para el perro. Para rebajar este trauma debemos tratar de hacer todos los cambios ambientales como mínimo 30 minutos antes de nuestra salida.
  • Se puede completar lo anterior fingiendo falsas salidas donde, por ejemplo, el dueño del perro se viste, se pone colonia, coge las llaves y el bolso, y se sienta a ver la televisión o a leer. El objetivo es desconcertar al perro y romper las rutinas.
  • Para que la transición entre la presencia y la ausencia del dueño sea lo más suave posible se debe evitar hablar o acariciar al perro 30 minutos antes de la salida, ya que si el dueño intenta consolar o explicar al perro, lo que consigue es aumentar su ansiedad.
  • Al regresar a casa, es importante no permitir saludos efusivos. Es probable que el perro se vuelva loco intentando reclamar la atención del dueño, pero no se debe saludarlo o acariciarlo hasta que se haya calmado. Se debe ignorar al perro mientras esté ansioso o saludarlo de forma neutra (pues en algunos casos, el ser ignorado del todo agrava la ansiedad) y, una vez esté tranquilo, le llamaremos y le saludaremos. De esta forma le transmitimos el siguiente mensaje "no sé porque te pones tan nervioso, solo he salido un rato y ahora estoy de vuelta, esto es muy normal, no merece la pena que te pongas así".
  • No se debe permitir que el perro obtenga atención mediante exigencia, ya que siempre que el perro consiga lo que quiere valiéndose de lloros, empujones o gimoteando, se fomenta una actitud que llevará al perro a sentirse ansioso cuando esté solo y no pueda conseguir atención social.

Sin embargo, hay cosas que nunca funcionan, como por ejemplo encerrar al perro en una jaula o en una habitación. No solucionará el problema, solo reducirá los destrozos a un área más pequeña. Tampoco es buena idea adoptar o comprar otro perro, puesto que el perro con ansiedad por separación no necesita compañía y no le da miedo quedarse solo, lo que le aterroriza es la ausencia del dueño. El castigo tampoco funciona, ya que el perro no se porta así por elección propia y el castigo solo servirá para incrementar su ansiedad.



Algunos ejercicios de obediencia también pueden servir para forjar una relación sana entre el dueño y el perro. Aquí entra en juego otra vez contar con la ayuda de un educador canino, para orientar al propietario en las líneas correctas de adiestramiento en positivo. Por ejemplo, es muy útil el ejercicio "quieto" o "quédate", donde se enseña al perro a quedarse quieto mientras el dueño se aleja. Se puede aumentar la distancia gradualmente hasta que el perro lo pierda de vista e ir aumentando el tiempo que el perro se queda solo. Es importante no castigarlo si lo hace mal y premiarlo efusivamente si lo realiza a la perfección. Este ejercicio fomentará la idea de que quedarse solo es una cosa buena y de que recibirá un buen premio por hacerlo sin protestar.



Puede parecer que la ansiedad por separación es un problema grave, pero también es uno de los más fáciles de corregir si se cuenta con la ayuda y la disposición adecuada. Ante todo, como hemos señalado, lo más importante es contar con la ayuda de un profesional en la educación canina para solucionar el problema. En Perrukeria Buenavista ponemos a vuestra disposición los servicios de Esther, nuestra educadora canina.



martes, 10 de noviembre de 2015

Tipos de mantos y cuidados que necesitan


El acicalado del pelo de nuestra mascota constituye una faceta básica del cuidado del perro, puesto que no sólo mantiene al animal limpio y con buen aspecto, si no que también supone un acto social que refuerza el vínculo entre nosotros y el perro.

Los cuidados que necesita el pelo de nuestro perro varían según la raza, las características del manto y las preferencias personales del dueño. Hay enormes diferencias entre los mantos de las muchas razas caninas que existen. Evidentemente, a la hora de adquirir un perro, han de tenerse en cuenta varias consideraciones, como si seremos capaces de manipular el pelo de nuestro perro, si precisaremos de ayuda profesional a menudo o si podremos hacerle frente a un unos mechones largos y rizados cubiertos de fango tras un paseo bajo la lluvia.

Aquí os proporcionaremos una pequeña guía con los cuidados básicos diarios que necesita cada tipo de manto.

EL MANTO DEL CACHORRO

Los cachorros de todas las razas poseen un manto más suave que el de su vida adulta, por lo que es fácil que subestimemos los cuidados que requiere el perro a medida que crece.

El manto del caniche, por ejemplo, es suave y algodonoso hasta los siete meses, momento en el que se hace más espeso. Si no se aplican los cuidados adecuados, el manto se enredará y apelmazará contra la piel, sobre todo si se le moja y le dejamos secar por sí mismo.


EL CUIDADO DEL MANTO CORTO


El manto corto quizá sea el más fácil de mantener, ya que es un pelaje que no se anuda. Es recomendable el cepillado diario con una manopla de goma durante un par de minutos con la finalidad de eliminar el pelo muerto para mantener la casa más limpia de pelos, ya que el perro de pelo corto suele mudar el pelaje con bastante frecuencia.















EL CUIDADO DEL MANTO MEDIO-LARGO

Es un tipo de pelaje muy agradecido y no muy difícil de mantener, aunque no por ello debe descuidarse. Normalmente, es suficiente con un cepillado semanal para mantener el buen estado del manto.


EL CUIDADO DEL MANTO DENSO DE PELO GRUESO

Es un tipo de manto que suele resultar aparatoso a los propietarios debido a que cuando mudan el pelo, su esponjoso pelo cae a puñados y en cuestión de días, una buena muda puede acabar por cubrir por completo la alfombra del salón. Este tipo de manto es originario de los cánidos salvajes, como los lobos, y requiere de unos cuidados considerables, ya que parecen mudar continuamente para adaptarse a los cambios de temperatura. Es recomendable la visita con regularidad a la peluquería canina para darse un baño y quitar el exceso de pelo muerto, ya que elimina en unas pocas horas la mayor parte de tan molesto pelaje, ahorrando al propietario horas de mucho trabajo.


Ejemplo: Pastor Alemán, Husky

EL CUIDADO DEL MANTO LARGO

La mayor parte de las razas de manto largo no mudan el pelaje, si no que van perdiendo pequeñas cantidades de pelo que es necesario eliminar con el cepillado diario para evitar la formación de nudos. De lo contrario, el pelaje se apelmaza y se enreda. Por lo tanto, a parte de mantener el pelo del perro bien hidratado para evitar que se anude, es necesario un cepillado frecuente. Lo recomendable es cepillar a nuestro perro diariamente o, como poco, tres veces por semana.


Ejemplo: Yorkshire, Shithzu

                                  EL CUIDADO DEL MANTO ACORDONADO Y RIZADO



Es el tipo de manto más difícil de mantener. Las razas de mantos largos y acordonados son poco numerosas y sus mantos requieren de una atención especializada, son algo absolutamente único, que en otras razas consideraríamos un simple amasijo de nudos. Los mantos rizados son muy atractivos, no obstante, si queremos que luzcan un buen aspecto, también es precisa una buena nutrición y cuidados constantes. Los rizos apretados han de mojarse y frotarse con frecuencia, mientras que los mantos rizados más largos (como el del boloñés), deben peinarse con regularidad, preferiblemente a diario. Si se los deja a sus expensas, estos mantos largos y rizados se apelmazarán. Por ello debemos peinar el pelaje desde la piel para eliminar todo el pelo muerto y evitar que se formen nudos.

Ejemplo: perro de aguas, bichón boloñés

EL CUIDADO DEL MANTO DE PELO DURO


Lo ideal para el cuidado de este tipo de manto es la técnica de stripping, que consiste en arrancar el pelo muerto con la ayuda de una cuchilla. Como lo que estamos arrancando es pelo ya muerto que todavía está retenido en el folículo, es una técnica completamente indolora, pero ayudamos a facilitar la muda del pelaje del perro. 


Ejemplo: teckel, schnauzer